OZUMBA, EDO. DE MEXICO

OZUMBA, EDO. DE MEXICO
Fuente principal de abastecimiento de agua (1948)

martes, 17 de agosto de 2010

Parroquia de la Inmaculada Concepcion, Ozumba Edo. de Mexico

En esta página damos un vistazo a Ozumba, cuya iglesia barroca y el convento franciscano contienen numerosas obras coloniales, únicas e históricas del arte colonial.
La Parroquia:
Dedicada a Santa María Atzompan comenzose a construir el 23 de abril de 1697 y es una belleza arquitectónica colonial, la majestuosidad de su construcción destaca en varios kilómetros a la redonda, en su interior lucen sus bellos retablos de estilo barroco churrigueresco y salomónico, el del altar mayor tiene un grandioso toque en su construcción, el cual nos eleva a las alturas, quien le conozca siempre lo recordara maravillado por su calidad y contenido.


El retablo principal está dedicado a la Virgen María como la Inmaculada Concepción. Manufacturado en 1731 por Francisco Peñaflor, quien lo forma con un basamento, tres cuerpos y un remate, divididos en cinco entrecalles.

La Iconografía del Altar Mayor de la parroquia de Ozumba es profunda en su contenido jerárquico, esta compuesto por Ángeles, Arcángeles, Querubines, Serafines, Santos, Vírgenes y en lo más alto Dios Padre; todo este conjunto de esculturas representa "La Mansión de los Bienaventurados" y a Dios en lo mas alto como la Providencia.

En el basamento encontramos la figura de Los Doce Apóstoles, los cuales representan la fundación de la religión católica.

El Monasterio:

El convento franciscano de Ozumba fechas de los años de mediados del siglo 16. La entrada de la portería del monasterio está decorado con varios murales único documento que los episodios clave de la "conquista espiritual" de México, en el que la Orden Franciscana desempeñado un papel destacado

El segundo convento fundado en la hoy cabecera municipal, fue de la Orden Franciscana, su gran importancia se manifiesta como la sede política y religiosa para evangelizar a los primeros habitantes y fundadores del pueblo de Atzompan hacia 1590, en torno al convento se creo una capilla abierta y posteriormente una iglesia dedicada a Santa María, la Virgen de la Asunción.


El convento franciscano de Ozumba, es de fundación de fines de siglo XVI, pues no figura en el catálogo de la Descripción del Santo Evangelio, de 1585, Este monasterio de franciscanos, dependía de Tlalmanalco.

Muy poco queda de la fábrica original, salvo la barda del atrio y la portería, con sus importantísimas pinturas. La Iglesia se fabricó en 1697, y el claustro, de pilares, con los arcos de arriba cegados a la manera jesuita, parece obra del siglo XIX. La barda es almenada (lo que queda) y, aún conserva sus entradas, de tres arcos la principal, con sus cuadrantes solares a los lados, y la lateral con un nicho posterior, tal vez del siglo XVII. Hay en ella unos capiteles “de escultura primitiva -dice Romero de Terreros- que sospechamos hayan pertenecido a la más antigua parte de la construcción, quizás a la primera fachada de la iglesia". La portería es solemne y magnífica, con sus tres arcos de medio punto sobre columnas toscanas, enmarcadas por dos pilastras adosadas y con su entablamento completo en la parte superior.

En su ámbito se desarrollan escenas históricas pintadas antes al fresco y “renovadas” en 1848. (al óleo)

Estas pinturas son unas de las más importantes de la Nueva España, no sólo por sus temas, sino por su composición. Las escenas tenían por objeto hacer propaganda religiosa y política ante los indios, que se agolpaban todo el día, al decir de los cronistas, en las porterías. Allí veían, miraban y remiraban y así no podían olvidar, los hechos gloriosos de los conquistadores y Frailes, los milagros y grandes sucesos de la Iglesia y aun relatos históricos de los mismos indios que favorecían a la Conquista o a la Evangelización.


En el mural encontramos cuatro temas, que vistas de izquierda a derecha del espectador son:

1) Los Tres Primeros Franciscanos en la Nueva España; Fray Pedro de Gante, Fray Juan de Ayora y Fray Juan de Tecto.
2) La Llegada de los “Doce” Franciscanos al mando de Fray Martín de Valencia y la reverencia que los conquistadores les hicieron; este es un hecho histórico bien conocido; Hernán Cortés, cuando supo que llegaban los “doce” salió a recibirlos con sus principales capitanes y soldados, con Cuauhtemoc y otros señores y se apeó a su caballo y todos nosotros juntamente con él y ya que nos encontramos con los reverendos - dice Bernal Díaz del Castillo- "el primero que se arrodilló delante de fray Martín de Valencia y le fue a besar las manos fue Cortés, y no lo consintió, y le besó los hábitos y a todos los demás religiosos, y así hicimos todos los demás capitanes y soldados que allí íbamos, y Guatemuz, y los señores de México". Aquí esta pintado el momento en el que Cortés está de rodillas ante Fray Martín que no consiente le bese las manos; a su espalda dos capitanes españoles, Fray Bartolomé de Olmedo, con sus blancos hábitos Mercedarios y el negrito Estebanico; más atrás Cuauhtemoc y uno de los señores nobles. ¿Cómo serían los rostros antes de ser repintados? No son, desde luego, retratos auténticos, pues se pintaron muchos años después del suceso, pero queda cuando menos, que el primer retrato que se hizo de Cuauhtemoc, está en la Capilla Abierta de Ozumba.

El 24 de junio de 1524, doce frailes franciscanos harapientos finalmente llegó a México-Tenochtitlán, la nueva capital de la Nueva España colonial, seguida de un aumento de las ruinas de la ciudad de la isla azteca. Agotado, de caminar descalzo de Veracruz en la costa del Golfo 250 millas al este.



La estupenda tarea encomendada a estos doce Apostólica, que había sido enviado a petición de Hernán Cortés, conquistador de México, fue nada menos que la evangelización y la conversión al catolicismo de la población nativa amplia de la Nueva España.

En espera de los Doce en la calzada que conducía a la ciudad fue de Cortés, a la cabeza de un gran séquito de altos oficiales españoles y nobles indígenas espléndidamente ataviados.



Para asombro de los señores indios reunidos, todos los españoles, incluido el gran Cortés sí mismo, rápidamente cayeron de rodillas ante los frailes humildes, subrayando así la importancia de la conquista espiritual

3) El Martirio de los Niños Tlaxcaltecas, esta pintura representa la historia de los primeros mártires cristianos indígenas del Nuevo Mundo, martirio necesario para crear y fortalecer "La Fe Católica". El primero, hijo del cacique Axcotecatl, destruyó en su celo religioso numerosos ídolos y reprendió a su padre por que no se convertía. Axcotecatl, enojado, lo arrastró por el suelo “dándole muy recias coces” - dice Mendieta- y “tomó un palo grueso de encina y dióle con él por todo el cuerpo muchos golpes hasta quebrantarle y molerle los brazos y piernas y las manos con que defendía la cabeza y la misma cabeza, tanto que casi de todas las partes de su cuerpo corría sangre” y no contento con esto “mandólo echar en un gran fuego de muy encendidas brasas...” y lo revolvía, como a nuevo San Lorenzo, “ya de pechos, ya de espalda”. Antonio era nieto del esforzado Xicoténcatl y quiso acompañar a fray Bernardino Minaya, cuando éste pasaba por Tlaxcala, en su evangelización que iba a emprender a Oaxaca. Juan era “pajecillo” de Antonio. Al pasar por Tecali comenzaron los niños a destruir ídolos, por lo que fueron muertos también a palos por los vecinos. (Romero de Terreros, op.cit.pág.18).


Las trágicas escenas están casi copiadas del texto de Mendieta, por lo cual tienen que ser posteriores a su obra, escrita en 1590 y en efecto, están fechadas en el año de su terminación: 1613.

Uno de los episodios más conocidos de la conquista espiritual es el de los Mártires Niños. La historia cuenta que poco después de la conquista, en 1527, Axotecatl, uno de los cuatro señores de Tlaxcala - Los aliados de Cortés en la derrota de los aztecas - envió a sus tres hijos a ser educados en el monasterio franciscano de Tlaxcala.


A su regreso, los jóvenes comenzaron a sacar los ídolos y se reprochaba a su padre por la bebida y el exceso de la poligamia. El señor enfurecidos golpearon a su hijo de Cristóbal y quemados hasta la muerte. Los otros dos muchachos huyeron, pero continuó su predicación y las formas iconoclastas, hasta que muy pronto sufrió el martirio.

4) El Castigo de Hernán Cortés, por haber llegado tarde a misa. Este cuarto tema es referente a Hernán Cortés, cuando dicen que llegó de adrede tarde a misa y pidió ser azotado, como se acostumbraba azotar a los indios por eso. No consta semeja

La Iglesia

La actual iglesia de Santa María es mucho más tarde que el convento, que data de principios de 1700. Su fachada retablo discretamente ornamentado, representado en la parte superior, es un buen ejemplo de la "moda sobria" barroco de este período.


Dentro de la iglesia, la principal obra de arte es el magnífico retablo mayor, dorado, un ejemplo sobresaliente de la "salomónica" barroco. Enmarcado por las columnas de la firma en espiral de este estilo, los numerosos compartimentos están llenos de estatuas de santos franciscanos elegantes y otras que datan de la década de 1700. Expresivo relieves esculpidos de la Apóstoles decorar la base.


En su centro, gráciles figuras de los arcángeles flanco de la imagen estilizada de la Purísima, la patrona de la iglesia.

Otros retablos coloniales en diversos estilos de línea de la nave y pasivo en las capillas laterales, algunos con pinturas de artistas mexicanos conocido como Juan Correa y de la familia Arellano.



Texto tomado de la monografía municipal de Ozumba 1999, autor Fernando Bojorges y otras ideas capturadas de la pagina: Exploring Colonial Mexico, The Espadaña Press Web site

1 comentario:

  1. ¡Muchas gracias! Excelente artículo que hace imaginar el largo proceso de fusionar dos culturas... Un abrazo fuerte.

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